Un domingo de Novela. Un hombre bueno.. La familia de Pascual Duarte. Camilo José Cela.. 19-11-17.
Un domingo de Novela.
Un hombre bueno..
La familia de Pascual Duarte. Camilo José Cela..
19-11-17.
El lector, al leer esto, pensará que le estoy haciendo un chiste, burlándome de él, hablándole con ironía, ¿A este que le pasa? se preguntará. Tenga en cuenta que si bien me llevo muy bien, y soy propenso a este tipo de desenvolturas, muchas veces lo hago con la más genuina naturalidad y sin darme cuenta. Y sin querer, soy irónico, burlón y gracioso, y otras tantas, sin saberlo.
Tome con mucha seriedad lo que le voy a decir. Voy a hablar de un libro que no recuerdo nada. Ni la trama, ni el argumento, no como empieza ni como termina. Lo único que recuerdo es que el protagonista era un hombre visceral, que le pasaban algunas desgracias, y que dejo en mi, no por su desgracias ni su visceralidad, una eterna quemadura, algo de fascinación por esa novela. Supongo y aca hice un poco de memoria, es decir leí la primera hoja del libro, que esta escrito con mucho soltura, alegorías, es decir un lenguaje cargado de metáforas y comparaciones, y con sinceridad. Creo que lo que tiene ese hombre al escribir es sinceridad, para describir las cosas, te las muestras tal cual son. Un lenguaje descarnado. Empieza diciendo: ¨Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo¨
También me vino a la memoria, y no se si ahora amo mas este libro por este dato, es el único libro del cual pude tener una charla con mi abuelo sobre literatura. Ya dije en alguna oportunidad que mi abuelo era un hombre sabio, de esos que no saben leer ni escribir, como suelen ser todos los sabios, y entre las pocas cosas que sabia, sabia que me quería. Y la única charla literaria que tuve con el fue:
-Abu, estoy leyendo a Camilo José Cela, ¿Sabes algo de él?- le pregunté, hace mucho tiempo ya.
-No, una vez lo vi en la tele, hablaba con una pedantería, y un desparpajo, nunca lo soporté, era un engreído- me dijo con toda su definición y erudición literaria, como los grandes.
No voy a defender a Camilo José Cela, si mi abuelo dice que era un engreído, era un engreído. Ademas vi una entrevista por internet, y lo corrobora. Pero gracias a su engreimiento tenemos el maravilloso libro La familia de Pascual Duarte. Además los hombres sinceros, tienen algo de engreído muchas veces. Mi abuelo era un hombre engreído, aunque nunca escribió. Todos lo querían, amaban su engreimiento, y era un hombre sincero, pero no era pedante, conmigo no era engreído, dato curioso, no se vanagloriaba de sus historias. Yo tome su engreimiento como homenaje. Me gustaría tomar la pluma de Cela como estandarte. Y los dos supongo que querían, como me quería mi abuelo, como queria Cela, como yo quiero.
P.D. Esto último me salio muy enrevesado y parece un trabalenguas, no se bien lo que quise decir, pero es lo único que importa.
Un hombre bueno..
La familia de Pascual Duarte. Camilo José Cela..
19-11-17.
El lector, al leer esto, pensará que le estoy haciendo un chiste, burlándome de él, hablándole con ironía, ¿A este que le pasa? se preguntará. Tenga en cuenta que si bien me llevo muy bien, y soy propenso a este tipo de desenvolturas, muchas veces lo hago con la más genuina naturalidad y sin darme cuenta. Y sin querer, soy irónico, burlón y gracioso, y otras tantas, sin saberlo.
Tome con mucha seriedad lo que le voy a decir. Voy a hablar de un libro que no recuerdo nada. Ni la trama, ni el argumento, no como empieza ni como termina. Lo único que recuerdo es que el protagonista era un hombre visceral, que le pasaban algunas desgracias, y que dejo en mi, no por su desgracias ni su visceralidad, una eterna quemadura, algo de fascinación por esa novela. Supongo y aca hice un poco de memoria, es decir leí la primera hoja del libro, que esta escrito con mucho soltura, alegorías, es decir un lenguaje cargado de metáforas y comparaciones, y con sinceridad. Creo que lo que tiene ese hombre al escribir es sinceridad, para describir las cosas, te las muestras tal cual son. Un lenguaje descarnado. Empieza diciendo: ¨Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo¨
También me vino a la memoria, y no se si ahora amo mas este libro por este dato, es el único libro del cual pude tener una charla con mi abuelo sobre literatura. Ya dije en alguna oportunidad que mi abuelo era un hombre sabio, de esos que no saben leer ni escribir, como suelen ser todos los sabios, y entre las pocas cosas que sabia, sabia que me quería. Y la única charla literaria que tuve con el fue:
-Abu, estoy leyendo a Camilo José Cela, ¿Sabes algo de él?- le pregunté, hace mucho tiempo ya.
-No, una vez lo vi en la tele, hablaba con una pedantería, y un desparpajo, nunca lo soporté, era un engreído- me dijo con toda su definición y erudición literaria, como los grandes.
No voy a defender a Camilo José Cela, si mi abuelo dice que era un engreído, era un engreído. Ademas vi una entrevista por internet, y lo corrobora. Pero gracias a su engreimiento tenemos el maravilloso libro La familia de Pascual Duarte. Además los hombres sinceros, tienen algo de engreído muchas veces. Mi abuelo era un hombre engreído, aunque nunca escribió. Todos lo querían, amaban su engreimiento, y era un hombre sincero, pero no era pedante, conmigo no era engreído, dato curioso, no se vanagloriaba de sus historias. Yo tome su engreimiento como homenaje. Me gustaría tomar la pluma de Cela como estandarte. Y los dos supongo que querían, como me quería mi abuelo, como queria Cela, como yo quiero.
P.D. Esto último me salio muy enrevesado y parece un trabalenguas, no se bien lo que quise decir, pero es lo único que importa.
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