De sus miradas.
Se besaron, con pasión. Prometiéndose amor eterno. Se despidieron. Ella se fue por Corrientes. El en dirección contraria. Y a media cuadra se olvidaron lo que habían prometido, el sabor de sus labios. De sus miradas. El silbando su canción. Ella mirando un ciclista que pasaba.
Comentarios
Publicar un comentario