Los que 5.
Los que no usan ni almohadas ni coartadas,
Y sueñan con la luz prendida y de parada,
Los que se suben al tren en la última bajada,
Los que leen tratados que solo dicen pavadas,
Los que te miran como primo lejano
en la embajada.
Los genios que hablan de más y no saben nada.
Y lo que no aciertan lo inventan,
Los que se confiesan y en una fábula te lo cuentan.
Los que saben mas de novelas y de los vecinos,
Los que les cabe más un poeta con versos asesinos,
Los que tienen mas de cien pies que cabeza,
Los que miran el revés de la belleza.
Los eruditos que no llegan ni a la esquina,
Los que se atrincheras en un campo de minas,
Los pavos reales que se creen muy listos,
Mostrando su cola, pero yo ya la he visto.
Los que no tienen entre hermanos nada que esconder,
Y escriben a cuatro manos, sin nada que perder,
Los que han hecho esta bien, no se arrepienten,
Los que viven como escriben y no mienten.
Y sueñan con la luz prendida y de parada,
Los que se suben al tren en la última bajada,
Los que leen tratados que solo dicen pavadas,
Los que te miran como primo lejano
en la embajada.
Los genios que hablan de más y no saben nada.
Y lo que no aciertan lo inventan,
Los que se confiesan y en una fábula te lo cuentan.
Los que saben mas de novelas y de los vecinos,
Los que les cabe más un poeta con versos asesinos,
Los que tienen mas de cien pies que cabeza,
Los que miran el revés de la belleza.
Los eruditos que no llegan ni a la esquina,
Los que se atrincheras en un campo de minas,
Los pavos reales que se creen muy listos,
Mostrando su cola, pero yo ya la he visto.
Los que no tienen entre hermanos nada que esconder,
Y escriben a cuatro manos, sin nada que perder,
Los que han hecho esta bien, no se arrepienten,
Los que viven como escriben y no mienten.
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