Un domingo de novela. Llegar a ser y la voz de las cavernas. El arco y la lira. Octavio Paz. 03-12-2017.
Un domingo de novela.
Llegar a ser y la voz de las cavernas.
El arco y la lira. Octavio Paz.
03-12-2017.
Muchas veces debo empezar mis escritos con una advertencia, es que me imagino que el lector, al empezar a leer va a decir, pero bueno esto o aquello, en los interrogantes básicos a lo que digo, por eso lo de la aclaración. Por ejemplo, si hablo de el arco y la lira, dirán que este es un segmento de novelas, y no de tratados sobre poesía. Bueno, el apartado un domingo de novela, hace la alusión a libros en general, y da la idea de pasar un domingo soñado, lindo, como leer una buena novela, por eso la expresión un domingo de novela, como diciendo un domingo fantástico.
Bueno este domingo hablaré de el arco y la lira, un libro de Octavio Paz, que es un ensayo, sobre que es la poesía, para él, y supongo que para tantos otros. Digo supongo, porque como en todas mis entregas de un domingo de novela, hablo sobre libros que leí hace muchísimo tiempo, y de los cuales tengo una leve imagen en la memoria de lo que he leído. Entonces voy a detallar, lo que me haya quedado grabado a fuego de lo que leí, y lo otro que me callo, es porque no lo recuerdo, o lo tengo por ahí, latente sin siquiera darme cuenta.
A grandes rasgos, me quedaron dos ideas del libro. Una, que la poesía es un llegar a ser, como decía Celaya, un arma cargada de futuro. Y la segunda, una voz, digamos que de las cavernas, la voz de todos los tiempos, la que no ha sido viciada, por la modernidad, por las trivialidades, frivolidades, es decir, la esencia de las cosas.
Si ya sé que es una idea, fugaz y casi nada, con lo que dice el libro. ¿Quiere saber más? Léalo, no defrauda, como no defrauda la poesía.
Me parece bien que diga que es para mí la poesía. No quiero competir, ni tampoco le de mucha importancia a lo que digo, con Octavio Paz. Además no sé bien lo que digo, y no sé si lo estoy diciendo bien, y además si lo que estoy diciendo es lo que es la poesía, pero podemos improvisar. Luego la poesía puede ser cualquier cosa. De todas maneras, más allá de todo tratado o apreciación de lo que puede ser la poesía, poesía es lo que se escriba sacando una lágrima o un suspiro, una risa. Siempre pensé que si sacaba una lagrima en mí al escribirlo, sacaría la misma en el lector. Si a mí me emociona, emocionará al lector. ¿No entiende lo que digo? no importa, mejor aún. Dalí decía que le gustaba leer cosas que no entendía, así se imaginaba lo que él quería. Seguramente decía una pelotudez, pero suena a genialidad. Bueno es a lo único que me dedico, a decir pelotudeces, pero cada tanto, alguna pude sonar a genialidad.
Bueno me fui por la tangente. Recuerdo del libro, que hacia una comparación con la prosa y decía que la prosa te describe la silla, la poesía te la muestra, te dice mira ahí está y te invita a sentarte. Algo así.
Bueno y para mí la poesía es discutir con el pasado, arreglar el presente, y hacer planes a futuro. Bueno no sé bien que es, no sé cuáles son los mecanismos para escribirla, pero sí puedo decirle para que sirve y de que habla. Sirve para hacer suspirar, para dar energía, para que la gente ame, para que recuerde, evocar, recrear un momento, para alabar a algo o a alguien, para sentirse vivo.
Y por último, y no quiero con esto confundirlo, pero citaré lo que dijo una vez el maestro Sabina, el rey de los poetas, que escucho de no sé quién, lo que tiene que tener una buena canción. Una canción es una buena letra, una buena melodía una buena interpretación y algo más, que no sé qué es, pero es lo único que importa.
Digamos que la poesía, parafraseando la frase, es una buena metáfora, una buena imagen, una buena evocación de sentimientos, y algo más, que no sé qué es lo que te hace ver, pero que es lo único que importa.
Mi consejo es que no se ponga a pensar demasiado que es la poesía, escríbala, hágala, vívala. Cuídela, si, lea poesía, que es la poesía, para no dañarla ni insultar a los lectores, pero por sobre todas las cosas, escríbala, o a lo sumo vívala. Vaya por ahí en un estado poético, que como ya le dije, no sé cuál es, pero es el único que importa. Hasta luego.
Intentaré decírselo en un poema:
La poesía es una voz de las cavernas,
un verso grabado a fuego en tus piernas.
Es un dulce canto de sirena,
un castillo de arena.
Una torre de babel,
no entendés ni Jota,
parece joda.
Un cross a la nada,
una guerra de almohadas.
Es hacer garabatos en el papel,
que se te erice la piel.
Es un poeta,
que escribe cuartetas.
Es hablar de ellas,
acomodar las estrellas.
A veinte manos con las musas,
pongamos por excusa.
Y aunque es la reina,
en el siglo XXI,
de las rarezas,
no hay ninguno,
que niegue su belleza.
Está ahí, a la mano,
contra moros y villanos.
Unos aros de fantasía,
disparos de utilería,
Dice verdades,
va por las ciudades,
con sus ráfagas de viento,
se sabe todos los cuentos.
es un verso
con gusto al primer beso.
Es un séptimo cielo,
que rueda por el suelo.
No da consejos,
te presta su catalejos,
para verlo venir de lejos.
Puede decir lo que ella quiera,
puede que te quiera.
Tiene licencia poética,
algo si quieres, de métrica.
Rimas consonantes, ripiosas,
amiga mas de cosas lindas,
le pone guindas
y fresas,
a las bocas que besas,
y ante destrona todas
las horrorosas.
Es como los sabios,
que no hacen otra cosa,
que no salga de mi pluma
que es de sal y espuma
y de tus labios.
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