Un soneto no es un lanzallamas.
Un soneto no es un lanzallamas,
No es un sueño de almohadas sin camas,
No es una boquita de Satanás,
camuflada entre las llamas con Barrabás.
No se va sin mirar para atrás,
por miedo a lamer una estatua de sal,
Ni viene ni va, no esconde un quinto As,
No va de langa, menos un que tal.
No es un Rey envidando a una sota,
Ni una Reina reinando una baraja,
No son unos zapatos rojos tras tus ojos.
No baila con odaliscas, ni con mis pies una jota,
No sabe de lodos, no mezcla alfileres con paja,
Le da lo mismo el ciempiés que un gato cojo.
No es un sueño de almohadas sin camas,
No es una boquita de Satanás,
camuflada entre las llamas con Barrabás.
No se va sin mirar para atrás,
por miedo a lamer una estatua de sal,
Ni viene ni va, no esconde un quinto As,
No va de langa, menos un que tal.
No es un Rey envidando a una sota,
Ni una Reina reinando una baraja,
No son unos zapatos rojos tras tus ojos.
No baila con odaliscas, ni con mis pies una jota,
No sabe de lodos, no mezcla alfileres con paja,
Le da lo mismo el ciempiés que un gato cojo.
Comentarios
Publicar un comentario