El poeta Relámpago y el filoso filósofo Fo se encuentran con el errante caminante. De Las Aventuras del Capitán Vulgaridad. De los siete mares a el séptimo cielo. Tercera parte.
El poeta Relámpago y el filoso filósofo Fo se encuentran con el errante caminante. De Las Aventuras del Capitán Vulgaridad. De los siete mares a el séptimo cielo. Tercera parte.
Estaba el poeta Relámpago y el filósofo Fo caminando por la comarca del rey Suavidad hablando sobre la escritura espontanea, desnuda y de los todos los tiempos, y el filosofo sobre el saber académico, arropado con saberes y actual.
-Bueno pero tanta desnudez no puede hacer que tus versos se resfríen- dijo el filósofo con sorna.
-Están desnudos, porque son espontáneos, recién nacidos, son íntimos, sin nada que esconder ni decorar con ropajes. Pero ten cuidado de que tus saberes no se sofoquen de calor con tanto ropaje ¿y esa bufanda al cuello interminable? podrías axficsiar tu voz- respondió con más sorna el poeta. Los conocimientos los escribió un tipo, ¿No? y que sabe ese tipo de tal o cual materia, yo escribo de lo que se, que es lo mio.
El poeta fue interrumpido por un hombre que no habian advertido, y se encontraba sentado en una roca al costado el camino, y dijo:
-Estoy más con el poeta. Hola que tal, me llaman el caminante errante, porque me ven ir de acá para allá, voy por todos los caminos, soy ecléctico todas las doctrinas me sirven, o tomo un poco de cada, según me parezca, para formar la mía propia, tengo un saber caótico, leo lo que me entra en gracia, fuera de lo que dicta la academia.
-Bueno son dos caminos validos, ¿No?- dijo el poeta en parte interrumpiendo y en parte para aportar a el discurso del caminante.
-Si pero bueno, oí parte de su charla y soy más partidario de la composición libre.
-Bueno pero necesitas una estructura- dijo el filósofo para excitarlo a hablar.
-Si claro, si te es beneficiosa, bienvenido sea- siguió diciendo el errante- pero no voy a refutarte mucho. Muchas veces digo cosas y al gente me trata como un demonio, pero me callo por piedad. Puedo destruir sus creencias, y para que, si a ellos les sirve.
-¿Un demonio piadoso? No existe tal cosa- dijo el poeta- lo que si creo que eres errante caminante es un dios pagano. Un dios que no obedece a estructuras, ni condicionamientos, menos mandamientos. Tienes un saber ancestral, el de todos los tiempos, antes que las academias y los tratados de filosofía y retóricas, un dios que sabe que los poetas y las palabras, están antes que los tratados de poesía y la gramática. Y que la poesía es el lenguaje original, el de todos los tiempos, aunque lo olvidemos con tratados, academias y nuevos tiempos modernos- y el poeta también se callo por piedad.
Estaba el poeta Relámpago y el filósofo Fo caminando por la comarca del rey Suavidad hablando sobre la escritura espontanea, desnuda y de los todos los tiempos, y el filosofo sobre el saber académico, arropado con saberes y actual.
-Bueno pero tanta desnudez no puede hacer que tus versos se resfríen- dijo el filósofo con sorna.
-Están desnudos, porque son espontáneos, recién nacidos, son íntimos, sin nada que esconder ni decorar con ropajes. Pero ten cuidado de que tus saberes no se sofoquen de calor con tanto ropaje ¿y esa bufanda al cuello interminable? podrías axficsiar tu voz- respondió con más sorna el poeta. Los conocimientos los escribió un tipo, ¿No? y que sabe ese tipo de tal o cual materia, yo escribo de lo que se, que es lo mio.
El poeta fue interrumpido por un hombre que no habian advertido, y se encontraba sentado en una roca al costado el camino, y dijo:
-Estoy más con el poeta. Hola que tal, me llaman el caminante errante, porque me ven ir de acá para allá, voy por todos los caminos, soy ecléctico todas las doctrinas me sirven, o tomo un poco de cada, según me parezca, para formar la mía propia, tengo un saber caótico, leo lo que me entra en gracia, fuera de lo que dicta la academia.
-Bueno son dos caminos validos, ¿No?- dijo el poeta en parte interrumpiendo y en parte para aportar a el discurso del caminante.
-Si pero bueno, oí parte de su charla y soy más partidario de la composición libre.
-Bueno pero necesitas una estructura- dijo el filósofo para excitarlo a hablar.
-Si claro, si te es beneficiosa, bienvenido sea- siguió diciendo el errante- pero no voy a refutarte mucho. Muchas veces digo cosas y al gente me trata como un demonio, pero me callo por piedad. Puedo destruir sus creencias, y para que, si a ellos les sirve.
-¿Un demonio piadoso? No existe tal cosa- dijo el poeta- lo que si creo que eres errante caminante es un dios pagano. Un dios que no obedece a estructuras, ni condicionamientos, menos mandamientos. Tienes un saber ancestral, el de todos los tiempos, antes que las academias y los tratados de filosofía y retóricas, un dios que sabe que los poetas y las palabras, están antes que los tratados de poesía y la gramática. Y que la poesía es el lenguaje original, el de todos los tiempos, aunque lo olvidemos con tratados, academias y nuevos tiempos modernos- y el poeta también se callo por piedad.
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