El poeta Relámpago describe al Capitán Vulgaridad. Las Aventuras del Capitán Vulgaridad. Tercera parte. De los siete mares a el séptimo cielo.
El poeta Relámpago describe al Capitán Vulgaridad. Las Aventuras del Capitán Vulgaridad. Tercera parte. De los siete mares a el séptimo cielo.
El poeta Relámpago se hallaba en el camarote que servia de biblioteca, sala de esparcimiento del Capitán y cálculos de navegación. El mueble donde el poeta escribía daba a un par de claravoyas, donde se podía ver el mar, en estos días en calma. Solo se veía el horizonte lejano, como debe ser todo horizonte, y no había mucho para hacer, es decir, no estaba el apremio de tener que capear una tormenta, o preparar todo para arribar al próximo puerto. Si todo iba como prometía el mar, y la llegada del próximo puerto, serian unos 5 días tranquilos, donde el poeta podía escribir a sus anchas, de tanto en tanto, también tenia que esparcirse, charlar con el filoso filósofo Fo, jugar con el joven grumete, tener sin sentidos con el loco, delirar en sueños con el noctambulo, pelearse un poco con el estúpido engreído, contemplar la grandeza del Capitán. ¿El Capitán? se preguntó ¿Qué hace tan grande al Capitán? ¿Por qué todos los puertos son una fiesta cada vez que llega el bergantín el mensaje en una botella? ¿Por qué aun en las más terribles y escalofriantes tormentas, sabes que el capitán te sacará y te llevara sano y salvo al puerto? ¿Por qué da tanto gusto navegar a su lado? El poeta detuvo sus interrogantes un segundo, pensó en responderlos en su tercera parte de las aventuras, dedicarle un capítulo al Capitán. No dudo en saber responderse, el porque se había enfrascado en el mensaje en una botella y navegar al lado del Capitán, para escribir sus aventuras. Tanto había escuchado las hazañas, su grandeza, que no dudo y quería ser el quien las escribiera. Y no hay mayor forma de conocer las cosas, se dijo, que estar en el lugar y junto a los personajes. Y siempre tenemos alguien a quien admirar y amar, y como la condición del poeta era ensalzar y engrandecer, agigantar en versos y novelas a sus personajes, y a los que idolatraba, y como el Capitán Vulgaridad le parecía fascinante, sorprendente, y genial, no dudó en embarcarse para narrar Las Aventuras del Capitán Vulgaridad, y sin más empezó a escribir:
Capitulo 6. El Capitán Vulgaridad.
El Capitán Vulgaridad es el mas grande, empezó a escribir sin muchos aspavientos. Y luego arranco con su verborragia y la magia y trucos que se necesitan a al hora de escribir. Mas ancho que el mar, extenso, inalcanzable a veces como el horizonte, pero prometedor. Insondable y profundo como el fondo de todos los mares. Querido por todos, salvo sus enemigos, el Manotas, el terrible monstruo de los siente mares, que quiere hundir al bergantín, pero solo lo hace porque es un animal y es su instinto. Y también es aborrecido por los piratas del olvido, pero en el fondo se que quieren ser como el Capitán pero o no les sale o no sabe como hacerlo. Lo odian. Luego, como decíamos, los puertos lo aman, los siete mares pareciera que ríen cuando el bergantín con su quilla hace cosquilla sobre las olas. A veces el mar se enoja, es su temperamento, el mar no sabe hacer otra cosa, y larga una terrible tormenta sobre el bergantín, pero luego se calma al ver como el Capitán sortea la tempestad, y se alegra de verlo llegar al puerto. ¿Y como es el Capitán? El Capitán Vulgaridad es como es, porque su plan principal, es no plan. Su oficio es navegar, y cuando hay que navegar navega, sin más. Atento a lo que le dicen los vientos, las estrellas que lo guían, sabe cuando ir a la deriva y cuando naufragar. Sabe capear las tormentas, porque el es una tormenta, caótica, tempestuosa, tormentosa. Sabe como salirse de el Manotas y de los piratas del olvido porque derriba sus creencias, no les hace caso. Es el único que sabe encantar a las sirenas. En él canto de sirenas y en los vientos, el se escucha se encuentra, regresa a si mismo, regresa a sus puertos. Su tripulación lo adora, saben que con el se sienten a gusto, porque en el hay un poeta, un loco, un filósofo, poco de estúpido engreído, un joven gruemete, un contramaestre, el es uno de ellos. Confían en el porque saben que solo su arrojo, su determinación y sin más plan que navegar, o adentrarse en una tormenta, el navega. Bueno es verlo luego de su bravo dilema, como en trance, ante una tormenta, o un peligro, ya en cubierta con el mar en calma, mirando llegar el puerto, con las manos en los bolsillos. contemplando alegre en la popa, radiante y feliz.
El poeta Relámpago se detuvo un segundo, miro por sobre el escritorio. Lleno de biromes, recuerdos, blocks de notas, se tentó en abrirlos y leerlos, pero se detuvo. ¿Qué escribiría el Capitán en ellos, sería también un poeta? Los miraría luego, bajo su permiso. También pasó su mirada por los estantes llenos de recuerdos, no le sorprendió, sería de todos los puertos que había visitado. Dejo sus cavilaciones, su pluma y salió a cubierta para esparcirse y ver si hablaba con alguien, o miraría un poco el mar.
El poeta Relámpago se hallaba en el camarote que servia de biblioteca, sala de esparcimiento del Capitán y cálculos de navegación. El mueble donde el poeta escribía daba a un par de claravoyas, donde se podía ver el mar, en estos días en calma. Solo se veía el horizonte lejano, como debe ser todo horizonte, y no había mucho para hacer, es decir, no estaba el apremio de tener que capear una tormenta, o preparar todo para arribar al próximo puerto. Si todo iba como prometía el mar, y la llegada del próximo puerto, serian unos 5 días tranquilos, donde el poeta podía escribir a sus anchas, de tanto en tanto, también tenia que esparcirse, charlar con el filoso filósofo Fo, jugar con el joven grumete, tener sin sentidos con el loco, delirar en sueños con el noctambulo, pelearse un poco con el estúpido engreído, contemplar la grandeza del Capitán. ¿El Capitán? se preguntó ¿Qué hace tan grande al Capitán? ¿Por qué todos los puertos son una fiesta cada vez que llega el bergantín el mensaje en una botella? ¿Por qué aun en las más terribles y escalofriantes tormentas, sabes que el capitán te sacará y te llevara sano y salvo al puerto? ¿Por qué da tanto gusto navegar a su lado? El poeta detuvo sus interrogantes un segundo, pensó en responderlos en su tercera parte de las aventuras, dedicarle un capítulo al Capitán. No dudo en saber responderse, el porque se había enfrascado en el mensaje en una botella y navegar al lado del Capitán, para escribir sus aventuras. Tanto había escuchado las hazañas, su grandeza, que no dudo y quería ser el quien las escribiera. Y no hay mayor forma de conocer las cosas, se dijo, que estar en el lugar y junto a los personajes. Y siempre tenemos alguien a quien admirar y amar, y como la condición del poeta era ensalzar y engrandecer, agigantar en versos y novelas a sus personajes, y a los que idolatraba, y como el Capitán Vulgaridad le parecía fascinante, sorprendente, y genial, no dudó en embarcarse para narrar Las Aventuras del Capitán Vulgaridad, y sin más empezó a escribir:
Capitulo 6. El Capitán Vulgaridad.
El Capitán Vulgaridad es el mas grande, empezó a escribir sin muchos aspavientos. Y luego arranco con su verborragia y la magia y trucos que se necesitan a al hora de escribir. Mas ancho que el mar, extenso, inalcanzable a veces como el horizonte, pero prometedor. Insondable y profundo como el fondo de todos los mares. Querido por todos, salvo sus enemigos, el Manotas, el terrible monstruo de los siente mares, que quiere hundir al bergantín, pero solo lo hace porque es un animal y es su instinto. Y también es aborrecido por los piratas del olvido, pero en el fondo se que quieren ser como el Capitán pero o no les sale o no sabe como hacerlo. Lo odian. Luego, como decíamos, los puertos lo aman, los siete mares pareciera que ríen cuando el bergantín con su quilla hace cosquilla sobre las olas. A veces el mar se enoja, es su temperamento, el mar no sabe hacer otra cosa, y larga una terrible tormenta sobre el bergantín, pero luego se calma al ver como el Capitán sortea la tempestad, y se alegra de verlo llegar al puerto. ¿Y como es el Capitán? El Capitán Vulgaridad es como es, porque su plan principal, es no plan. Su oficio es navegar, y cuando hay que navegar navega, sin más. Atento a lo que le dicen los vientos, las estrellas que lo guían, sabe cuando ir a la deriva y cuando naufragar. Sabe capear las tormentas, porque el es una tormenta, caótica, tempestuosa, tormentosa. Sabe como salirse de el Manotas y de los piratas del olvido porque derriba sus creencias, no les hace caso. Es el único que sabe encantar a las sirenas. En él canto de sirenas y en los vientos, el se escucha se encuentra, regresa a si mismo, regresa a sus puertos. Su tripulación lo adora, saben que con el se sienten a gusto, porque en el hay un poeta, un loco, un filósofo, poco de estúpido engreído, un joven gruemete, un contramaestre, el es uno de ellos. Confían en el porque saben que solo su arrojo, su determinación y sin más plan que navegar, o adentrarse en una tormenta, el navega. Bueno es verlo luego de su bravo dilema, como en trance, ante una tormenta, o un peligro, ya en cubierta con el mar en calma, mirando llegar el puerto, con las manos en los bolsillos. contemplando alegre en la popa, radiante y feliz.
El poeta Relámpago se detuvo un segundo, miro por sobre el escritorio. Lleno de biromes, recuerdos, blocks de notas, se tentó en abrirlos y leerlos, pero se detuvo. ¿Qué escribiría el Capitán en ellos, sería también un poeta? Los miraría luego, bajo su permiso. También pasó su mirada por los estantes llenos de recuerdos, no le sorprendió, sería de todos los puertos que había visitado. Dejo sus cavilaciones, su pluma y salió a cubierta para esparcirse y ver si hablaba con alguien, o miraría un poco el mar.
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