A un poeta no le vengas con palabras.
1.
A un poeta no le vengas con palabras,
Al Quijote no le corras los molinos,
A un mago con trucos de abracadabra,
A Alicia que deje de escoger los caminos.
A un soneto de catorce con más versos,
A Satanás no lo tientas con un par de llamas,
A todo un tratado de amor prefiero un beso.
A un caminante acostarlo en una cama.
A las almohadas con cuentos de hadas,
A los abismos con balcones a la nada,
A mi mismo venirme a hablar de fantasías.
La noche que nos interrumpió la madrugada,
Se hizo de día al resplandor de la poesía,
Y a nuestra alegría se rindió la melancolía.
2.
No encantes con cantos a las sirenas.
Que le vas a ir con flores a la primavera.
A un rey destronado con castillos de arena
A la vuelta al mundo que viaje en primera.
A un buen cuento con sarta de moralejas,
A una musa con alardes de inspiración,
A unos ojos que le guiñen a unas cejas,
A un trovador con alardes de canción.
A la academia con faltas de ortografía,
A el Dante con cantos infernales,
A los inviernos a creer en los infiernos.
A Dalí con garabatos en cuadernos,
A un asceta con la chusma de la cofradía,
A un neonato con el final de los finales.
3.
No le muestres la cara oculta de mis lunas,
Que le vas a remover al baúl sus secretos,
Todos lo que se parecen a mi menos ninguna.
Como cabe todo el amor al final de un buen terceto.
Al Principito ni de rosas ni de Planetas,
A Pinocho no le toques las narices,
A mi cuarto inundado de cuartetas.
A los felices no le caces las perdices.
A mi pluma que corrija un buen poema,
A la gomina cuando sueña con melenas,
A la tinta que no corra por mis venas.
A la bruma y la espuma que me quema,
A los postres que esperen a la cena,
Empezar un verso y escribir una centena.
A un poeta no le vengas con palabras,
Al Quijote no le corras los molinos,
A un mago con trucos de abracadabra,
A Alicia que deje de escoger los caminos.
A un soneto de catorce con más versos,
A Satanás no lo tientas con un par de llamas,
A todo un tratado de amor prefiero un beso.
A un caminante acostarlo en una cama.
A las almohadas con cuentos de hadas,
A los abismos con balcones a la nada,
A mi mismo venirme a hablar de fantasías.
La noche que nos interrumpió la madrugada,
Se hizo de día al resplandor de la poesía,
Y a nuestra alegría se rindió la melancolía.
2.
No encantes con cantos a las sirenas.
Que le vas a ir con flores a la primavera.
A un rey destronado con castillos de arena
A la vuelta al mundo que viaje en primera.
A un buen cuento con sarta de moralejas,
A una musa con alardes de inspiración,
A unos ojos que le guiñen a unas cejas,
A un trovador con alardes de canción.
A la academia con faltas de ortografía,
A el Dante con cantos infernales,
A los inviernos a creer en los infiernos.
A Dalí con garabatos en cuadernos,
A un asceta con la chusma de la cofradía,
A un neonato con el final de los finales.
3.
No le muestres la cara oculta de mis lunas,
Que le vas a remover al baúl sus secretos,
Todos lo que se parecen a mi menos ninguna.
Como cabe todo el amor al final de un buen terceto.
Al Principito ni de rosas ni de Planetas,
A Pinocho no le toques las narices,
A mi cuarto inundado de cuartetas.
A los felices no le caces las perdices.
A mi pluma que corrija un buen poema,
A la gomina cuando sueña con melenas,
A la tinta que no corra por mis venas.
A la bruma y la espuma que me quema,
A los postres que esperen a la cena,
Empezar un verso y escribir una centena.
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